martes, 9 de noviembre de 2010

Manzano mueve los hilos, el Sevilla gana 2-0

     Noche desapacible la que se presentaba ayer en Nervión, todo hacía indicar que nos pasaríamos por agua todos los presentes en el Ramón Sánchez Pizjuán, pero afortunadamente no hizo acto de presencia el líquido elemento. Lo que sí se hizo presente fue el viento que entraba a ráfagas en la bombonera, algo que debió dejar fríos a los valencianistas, viendo el juego de estos a principios de la contienda. A pesar de la temperatura ambiental, Nervión se calentó y los valencianistas salieron calentados del Pizjuán.
     El choque empezaba prometiendo, el Sevilla volcado desde el primer minuto hacia la meta de Cesar (bochornoso el numerito de este portero). El Sevilla se gustaba, el Sevilla dominaba, y creaba más peligro que su rival, buscaba descaradamente la victoría mientras que la apuesta del Valencia era salir a la contra, en la noche donde se enfrentaban dos equipos de la misma liga.
     El Sevilla dominó completamente el inicio del encuentro, teniendo ocasiones claras ante el marco del Valencia C.F., que no llegaron a subir al marcador, de Luis Fabiano y Cáceres. Esto no implica que el Valencia no dispusiera de ocasiones aisladas en sus contras, pero muy bien resueltas por el guardameta del Sevilla Javi Varas.


     En el minuto 24 vino la jugada en la que se escusa el entrenador ché y que toda la prensa tilda de "decisión errónea", la expulsión de Topal. Intenta salir a la contra en jugada individual Mehmet Topal, saliendo trastabillado en su carrera dandosé un balon más largo de lo que puede llegar, acude al corte Martín Cáceres que despeja contundentemente, y el jugador valencianista viendo que no llega levanta la planta del pie dejando los tacos a la llegada del jugador sevillista. El jugador turco con ese movimiento da por hecho que no llega al balón, no va a disputarlo y el único fín de esa acción es golpear al central sevillista que va al despeje. Para mi humilde opinión es expulsión clarísima, ¿o le tiene que partir la pierna para que se la enseñen?.
     A partir de ahí hasta el final del primer tiempo, el Sevilla no sabe meterle el diente al conjunto de Emery, sin crear el peligro claro de las jugadas de antes de la expulsión. Eché de menos balones colgados al punto de penalti, para los posibles remates de los dos puntas, Kanouté y Luis Fabiano, los pases siempre eran pasados, tanto de Perotti como de Capel.
     Después del descanso, en el minuto 52, entra en juego el mister sevillista, dándome una soberana clase de táctica y de conocimiento de sus propios jugadores. Sale Romaric y entra Negredo... ¿jugamos con tres puntas?...No... Kanouté pasa a ser medio centro organizador (y madre mía como organizó) y el vallecano pasó a ser punta con el brasileño. El Sevilla cambió por completo, el Sevilla tocó, abrió por banda, colgó balones con mucho más peligro, y eso encendió las gradas de Nervión que acompañaba a cada pase de los suyos con "olés". Dos minutos bastaron para que este cambio diera sus frutos, impresionante cabalgada de Martín Cáceres (sublíme anoche) desde el campo propio hasta las inmediaciones del área, donde le pega ante la pasividad del equipo valencianista, el rechace a este tiro lo recoge Negredo y lo introduce al fondo de las mayas, el Pizjuán explota.
     A partir de ahí el Sevilla domina, se gusta (en ocasiones demasiado), juega pero en fases del partido sin la verticalidad y la rapidez suficiente como para matar el partido. El Valencia lo intentaba a la contra con desesperadas incursiones individuales, normalmente de Joaquín, siendo infructuosas todas ellas y bien defendidas por la defensa sevillista. En el minuto 66 peligroso remate de Aduriz que despeja Javi Varas con el pie, lo más peligroso del Valencia en la 2ª parte.
     En el minuto 76 el mueve Kanouté un balón del centro hacia la banda derecha sevillista, la recoge Dabo (partido muy serío del lateral), y dá un pase medido para la entrada de Alfaro que cabecea dentro de la red de Guaitia. Gol del onubense que llevaba en el campo tan sólo 3 minutos, otra aportación a la victoria de Manzano. De ahí al final el Sevilla pudo aumentar la ventaja humillando al Valencia con un resultado escandaloso, con ocasiones de Negredo, Capel y Alfaro, pero perdonamos y dejamos el resultado con 2-0.
     Importantísima victoría la de mi Sevilla que nos mete de nuevo en la lucha por los puestos altos y que nos permite ganar (de momento) el gol-average particular al conjunto valencianista. Tres puntos de oro.

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