martes, 23 de noviembre de 2010

El peor rival del Sevilla, el propio Sevilla...1-2.

VS
    

     Nubarrones negros pasaron por el Ramón Sánchez Pizjuán este domingo cuando nos enfrentabamos contra el Real Club Deportivo Mallorca, un equipo que sólo había ganado un partido fuera de su feudo, y que se empeñó en aguarnos la tarde, aunque con ayuda del propio Sevilla y del colegiado.
     Feo pintaba el cielo de la capital hispalense, pero más feo aún era lo que se mostraba sobre el terreno de juego de la bombonera. Un Sevilla gris, que en ciertas jugadas hacía aguas en defensa, las cuales tenía que resolver en última instancia Palop, que brilló en algunas ocasiones claras de gol. Los medios centros no vislumbraban jugadas, ni pases, teniendo una borrasca mental que les impedía la creación. Los jugadores de banda no hacían peligrar el marco mallorquín, las bandas para Perotti y Alfaro suponían dos frentes fríos que dejaba más bien helados a los sevillistas y que sólo proporcionaban peligro cuando se incorporaba Luna desde el lateral provocando turbulencias en la zaga balear. No desentonó con el resto el equipo en la zona atacante, ya que la espesa niebla creada, hacía enredarse entre los jugadores insulares a los delanteros sevillistas con la pólvora mojada.



     El problema del Sevilla anoche sobre la hierba no fué el Mallorca, ni el arbitro (demencial), sino el mismo Sevilla F.C. Ayer salía todo mal, se fallaban pases cercanos, impensables para jugadores de calidad como los nuestros, se realizaban desplazamientos del balón al contrario, se dividían balones innecesariamente, nos relajabamos con el balón con rivales cerca, no imprimiamos velocidad al juego cuando ibamos por detrás en el marcador... un sinfín de detalles que mermaban una y otra vez la fé en la victoria ante el equipo bermellón.
     Ayer hubo detalles que me hacían creer que no conseguiríamos los tres puntos en liza, y son debidos a falta de concentración, ejemplos de ellos valdrían el balón de Palop al suelo teniendo un delantero detrás, el taconazo de Renato a nadie en el medio del campo, la excesiva relajación de Escudé en la zona peligrosa del campo con rivales en las inmediaciones... errores que normalmente mi equipo no comete y que anoche se daban.
     No voy a entrar a valorar la alineación que Manzano ha sacado esta noche porque escribo de la total ignorancia del estado de los futbolistas, y el mister es el que los vé diariamente en los entrenamientos y el que mejor sabe como están para jugar, pero anoche eché de menos (sobre todo en la primera mitad) a jugadores como Cáceres, Zokora, al Romaric centrado (demostró en el tiempo que estuvo que podría haber aportado mucho en el partido con más minutos), eché de menos el peligro del lesionado Navas por las bandas...
     En la segunda mitad mejoró un poco la imagen, aunque no era tarea complicada, coincidiendo con el retraso de Kanouté al medio centro creador, situación donde bajo mi modesta opinión aporta muchísimo el jugador malí, y que pienso que este lugar lo podría ocupar el jugador sevillista como posición habitual y no de urgencia, ya que pierde poquísimos balones y distribuye el juego con sentido y de manera segura. En mi opinión no hubiese cambiado a Luna, ya que era un jugador que estaba creando el poco peligro en banda con sus incorporaciones al ataque.
     Cuando todo hacía indicar que el resultado final sería el 0-1, llegó el destello de luz, Luis Fabiano remató al fondo de la red un balón de Renato, que hacía aliviar a la grada de Nervión. Con ello, se pensaba ya que no se nos escaparía el puntito, nada más lejos de la realidad. Pocos segundos bastaron para que la esperanza de todos los aficionados sevillistas presentes en la fría noche de ayer se derrumbara tras ver como el Mallorca se adelantaba de nuevo mediante el cabezazo de Webó en una falta (para mi opinión no fué falta) lejana. Así acabaría el partido, marchándose los tres puntos del Pizjuán.
     Mención aparte merece el arbitro de anoche.
     Nos anula un gol de Luis Fabiano totalmente Legal, donde pita manos del delantero, que no sólo no fueron sino que encima las hizo el defensa mallorquín, es decir, penalti. No se conforma en no pitarnos el penalti sino que encima nos roba el gol legal anotado.
      Deja de señalar varias faltas dentro del área mallorquinista, que sin lugar a dudas, llegan a ser en medio del campo y se juzgarían como infracciones y pitadas, pero claro, teniendo que pitar penalti ya acojona. No señor, si es falta es falta...miarma, sea dentro del área, sea en el medio del campo, como si es en el asiento número 156 de la fila 12 de preferencia...
La falta que da lugar al gol de la victoria del Mallorca, bajo mi punto de vista no es falta, es una presión de Romaric que no merece ser sancionada ¿o lo pitaría dentro del área?...
     En fín, calamitoso arbitraje, otra vez más, el que sufrimos en Nervión.
     Esperemos que mi Sevilla no dependa del tiempo, porque sino tendré que pedir que recen para que este invierno sea seco...

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